A veces tus amigos (y no sólo ellos) sí necesitan explicaciones, pues podría haber malentendidos que deben ser aclarados. Por otro lado, tus enemigos sí pueden creerse tus explicaciones, otra cosa es que el orgullo les impida reconocerlas. Cuando tus explicaciones están bien argumentadas, no sólo se las creerán, sino que además tus enemigos perderán toda la credibilidad. Por último, en ocasiones los estúpidos sí entienden las explicaciones y es que a veces no queda más remedio que empeñarse en que así sea.
Ante la masiva publicación en Facebook de frases modernas (anónimas o de famosos) que se presentan como verdades absolutas y tranquilizadoras, intentaremos analizarlas en defensa de la dignidad de las personas adultas que publican estos contenidos en su muro. Ese es nuestro objetivo: Desnudar las sentencias ramplonas e inciertas que nos engañan de forma patética mientras dan una apariencia de realidad incuestionable. Destruyamos señuelos, destruyamos tontos consuelos.
Explicaciones justas y necesarias
A veces tus amigos (y no sólo ellos) sí necesitan explicaciones, pues podría haber malentendidos que deben ser aclarados. Por otro lado, tus enemigos sí pueden creerse tus explicaciones, otra cosa es que el orgullo les impida reconocerlas. Cuando tus explicaciones están bien argumentadas, no sólo se las creerán, sino que además tus enemigos perderán toda la credibilidad. Por último, en ocasiones los estúpidos sí entienden las explicaciones y es que a veces no queda más remedio que empeñarse en que así sea.
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